Para el último día

Ocasión para ser agradecidos

12/31/20232 min read

1 año, 12 meses, 365 días, 8.760 horas... Pocos números al momento de agradecer por un año que hoy finaliza.

En nuestra medida de las cosas buenas y las no tan buenas ocurridas este año podemos detenernos justo este día, el último del año, en el lado que mejor prefiramos. Pero solo existe un solo lado o estado que nos permite iniciar con la mejor actitud al recibir un 2024: Gratitud y esperanza.

Agradecer se siente liberador y es un ejercicio que amerita un esfuerzo real y más aún cuando sabes que existen grandes vacíos o faltantes que aún esperamos y anhelamos con todas las fuerzas.

En este escrito quiero motivarte a que realicemos juntos este ejercicio finalizando este año. Agradeceremos por muchas cosas, pero muy especialmente por nuestros hijos y sus procesos.

Puedes leerlo inicialmente y luego completar los espacios en tu mente con el nombre de tu hijo.

En este último día del 2023 decido agradecer con faltantes, con pérdidas, con retrocesos, con incertidumbre quizás, decido abrazar la esperanza y agradezco TODO lo que Dios ha permitido este año que hoy hace parte mí.

Agradezco por mi hijo __________ porque todo lo que él representa, se ajusta y se alinea al propósito por el cual Dios lo ha traído a este mundo y lo ha concedido como nuestro hijo, aunque no lo comprenda completamente y aunque muchas veces el ser consciente de esto; me genere molestia o dolor. Mi hijo_________ tiene un propósito que está por encima de mi voluntad.

Agradezco por cada aprendizaje con _________ que me ha llevado a madurar y crecer en todas las áreas y muy especialmente en amar con paciencia como nunca imaginé poder hacer.

Agradezco cada prueba de fe que hemos atravesado este año, que nos ha hecho aterrizar sobre las cosas que son realmente importante. Familia, amor y fe.

Agradezco por cada miembro de mi familia y amigos cercanos. Por cada palabra de fuerza, ánimo y fe que ha llegado a nosotros a través de oraciones, personas y hasta gestos de amor.

Agradezco el tener un hijo que nos hace cultivar y mantener una fe que es indispensable mientras lo cuidamos cada día del año y nos hace clamar a nuestro padre celestial.

Agradeciendo despido un año que Dios ha usado para bendecir a mi familia, para fortalecernos, para alimentarnos de El y descubrir la belleza de sus planes que trascienden más allá de lo que mi limitada mente puede comprender.

Agradecer no solo si se siente liberador, también nos ubica en el lado correcto de la vida y nos enfoca con atención a un Dios que es imposible ocultar o ignorar en cada proceso y en cada familia.

Aprovecha hoy mismo la oportunidad de acercarte a aquellos que han hecho parte de este año en tu vida y darles gracias también. Si desea incluso, puedes usar este escrito para dar gracias.

Lamentaciones 3:53-58 NTV

Me arrojaron a un hoyo y dejaron caer piedras sobre mí. El agua subió hasta cubrir mi cabeza y yo exclamé: «¡Este es el fin!». Pero desde lo profundo del hoyo, invoqué tu nombre, Señor. Me oíste cuando clamé: «¡Escucha mi ruego! ¡Oye mi grito de socorro!». Así fue, cuando llamé, tú viniste; me dijiste: «No tengas miedo». Señor, has venido a defenderme; has redimido mi vida.

Familia Ancla cierra este año agradeciendo y reconoce que solo hay UNO quien puede socorrernos y sacarnos de cualquier hoyo. Recibimos el próximo año abrazando esa esperanza firme en El, nuestra ancla del alma.